CRIA NATURAL DIAMANTE DE GOULD

 

Para la cría de la mayoría de las aves exóticas  hoy en día nos recomiendan para que no perdamos tiempo en puestas abandonadas el uso de nodrizas, la más usada es la isabelita de Japón (Lonchura striata domestica). A estas les colocamos cualquier huevo y lo incuban hasta su eclosión, y como la forma de alimentarse es muy similar sacan adelante la mayoría de las nidadas de los exóticos.

Pero por otro lado no es una tarea tan difícil lo que se denomina la cría natural (criados por sus progenitores)

 

1º  paso

Lo primero y más importante es saber mirar si la pareja se atrae, si eso no sucede nada va a funcionar. Para esto hay que observar muy bien antes de armar las parejas en las voladeras que ave se lleva bien con cual otra y emparejarlas.

2º paso

Otro aspecto es la jaula donde los vamos a situar para que críen, cuanto más espaciosa sea mejor nos ira con la cría.

 

 

3º paso

Colocarles nidos grandes y gran cantidad de material para que armen el nido  (sintético u orgánico) es indistinto, lo único que el orgánico puede juntar hongos más fácilmente.

Lo  fundamental para que la misma se lleve con éxito es no molestar los nidos de los mismos, si puede  estar en el interior de  la jaula mejor así se sienten cómodos y sin miedos. Lo que hay que controlar es que por la noche incuben, ya que muchas veces durante el día están en el nido pero a la noche duermen en el posadero. Para esto hay que acostumbrarlos de pichones poniéndoles nido en las voladeras de destete para que sigan durmiendo en ellos.

Una vez que incuban bien lo mas caótico es cuando nacen los pichones, los primeros 4 dias son fundamentales que el criador este atento por la mañana ya que los tiran al piso de la jaula. Lo que hay que hacer es darles calor y volvérselos a poner en el nido, puede que se repita esto por unos días hasta que crecen y ya no los tiran mas del nido.

Ahí ya esta la cría asegurada, pero esto no nos asegura que a la puesta nos vuelva a hacer lo mismo.

Lo que tenemos que tratar es de controlar nuestras ansias y molestarlos lo menos posible y alojar las jaulas en lo más alto del aviario.